El fisioterapeuta Carlos Alomoto revisa las rodillas del venezolano Enson Rodríguez, de Aucas, quien se rompió el ligamento cruzado el 30 de marzo. Foto: Julio Estrella

El fisioterapeuta Carlos Alomoto revisa las rodillas del venezolano Enson Rodríguez, de Aucas, quien se rompió el ligamento cruzado el 30 de marzo. Foto: Julio Estrella / BF

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22 de septiembre de 2019 10:06

Las roturas de ligamentos y las fracturas afectan más al jugador

Alex Puruncajas

Enson Rodríguez recuperó la movilidad de su rodilla izquierda con la ayuda de su hijo Santiago, de 11 años. Las noches de los últimos meses, el pequeño lo ayudó a ejercitarse con cintas elásticas. 


El veloz venezolano del Aucas sufrió la rotura del ligamento cruzado de la pierna izquierda, el 30 de marzo del 2019. Intentó atrapar la pelota y la rodilla se le quedó estancada en el césped. Solo sintió un ‘crack’. La pierna se le dobló y no pudo moverla. Aucas ganó al Cuenca, pero perdió a su figura.


“Fueron momentos de mucha impaciencia”, confiesa el delantero que cumple sus últimos días de recuperación. Han pasado cerca de seis meses desde que se lastimó. Las roturas de ligamentos y las fracturas son las más graves que sufre un futbolista, expresan los médicos de los clubes. Además, precisan un tiempo de recuperación extenso, de entre cuatro a siete meses. Las lesiones más comunes, en cambio, son las contracturas y las distensiones, que ocurren por contusiones. 


La LigaPro registra a 481 futbolistas de 16 equipos de la Serie A, esta temporada. De ellos, al menos 174 han sufrido lesiones, según la información que proporcionaron los médicos a El Comercio. Algunos también se lesionaron dos y tres veces.


La disciplina en los tratamientos de recuperación permiten que vuelvan a la actividad sin problemas, expresa el fisioterapeuta Carlos Alomoto del Aucas, quien estuvo bajo el cuidado de Rodríguez.


En el caso del jugador, el médico Daniel Rosales reconstruyó el ligamento. A los tres días, ya empezó con la fisioterapia y estuvo tres semanas con muletas. “Ahora, Enson se encuentra con todas las cualidades físicas para jugar, pero no queremos arriesgar. Hay que respetar los procesos fisiológicos”, añade Alomoto.


Universidad Católica también perdió a su figura en los últimos 44 días. Luis Amarilla sufrió la fractura del radio distal de la muñeca izquierda durante el encuentro ante el Delfín, el 10 de agosto del 2019, en el estadio Jocay de Manta.


​Tras una fricción, sintió un fuerte dolor y pidió el cambio al entrenador colombiano Santiago Escobar. El ‘Trencito’ sintió la ausencia del ariete en las últimas cuatro fechas. Amarilla ha marcado 15 goles en 18 partidos y es uno de los artilleros del torneo. En su ausencia, el equipo ha sumado tres derrotas, una victoria y marcado solo cuatro tantos.


El especialista Francisco Naranjo, de la Católica, explicó que realizó un tratamiento conservador con el paraguayo. “No tenía una fractura desplazada. Entonces, inmovilizamos y cumplió un proceso de consolidación de su fractura”. El atacante, que tiene 24 años, pudiera volver a jugar mañana, 23 de septiembre, tras su recuperación.


Sin embargo, no todos cumplen los plazos previstos para volver a las canchas. Algunos presentan complicaciones. Uno de los casos complicados es el de un mediocampista, operado en el 2015. En la cirugía le retiraron una parte de un tendón para colocarla en una de sus rodillas. Ahora presenta desgarros, que le impiden afirmarse como titular.


“El injerto quedó débil y, por eso, tiene constantes desgarros en la rodilla”, expresa el médico del club en el que milita el jugador y prefiere omitir su nombre para “no complicar su carrera futura”. Según el especialista, al final del año el futbolista irá a Quito para someterse a un tratamiento con células madre, con la intención de que supere la complicación.


En Barcelona, la lesión más grave ha sido la de Damián Díaz. El médico José Arce detalla que el ‘Kitu’ se recuperó de una rotura de menisco y desprendimiento de la cápsula, en la pierna derecha. Para Enson Rodríguez, “hay que tener fuerza para volver”. Cuenta las horas para que su hijo lo vea nuevamente en las canchas y grite sus goles.





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